Robert Evett compuso un concierto para violonchelo para el Sr. Leguia

quien dio el estreno mundial de esa composición en el National Gallery of Art en Washington D.C., con motivo de su trigésimo aniversario. Otros compositores que han escrito obras expresamente para el Sr. Leguia se encuentran Walter Piston, Edgar Valcarcel y Josep Soler. Mientras tomaba un año sabático de la Orquesta Sinfónica de Boston durante El invierno de 1984-85, el Sr. Leguía interpretó las suites completas para violonchelo de J.S. Bach en Madrid, España. También hizo apariciones en recitales y conciertos. en Portugal, Berlín, Tubingen y Bélgica, e investigó sobre música española para violonchelo. Si bien la música ha consumido la mayor parte de su vida, la mano del destino desvió sus intereses hacia navegando por un período de tiempo. Fue este desvío el que plantó la semilla del violonchelo de fibra de carbono. "Me estaba yendo muy bien con las cosas en solitario, haciendo bastantes giras por el sur América y Europa ”, dice. “Luego me picó el gusano de la navegación. Fue darse cuenta de cómo se hacían los viejos barcos, y ver los nuevos de fibra de vidrio y los ultra sofisticados barcos en fibra de carbono, eso me llevó a preguntarme cómo sonaría un violonchelo en esos medios. Es más ligero, sensible y muy fuerte. Lo que quería era un violonchelo que un gran sonido.

Quería el tono de un violonchelo de Stradivarius o Montagnana

Y quería que se llevara a cabo sobre la orquesta cuando tocas un concierto. Y lo quería con una hermosa calidad. En el resultado final, puedes ver que no es un violonchelo de madera, pero la calidad es hermosa, la potencia y la reverberación son simplemente excelentes, y la profundidad me parece maravillosa. Estoy muy contento ". Desde su punto de vista como músico en activo, Leguia es muy consciente de las ventajas de este nuevo instrumento. "Por ejemplo, cuando pones tu arco en la punta de la cuerda A, tu El brazo del arco está más cerca de su cuerpo, lo que reduce el síndrome del hombro dolorido que cualquier violonchelista profesional obtiene después de muchos años y muchas horas por día de actuación. Esto es muy útil con eso, así como el manguito rotador y la tendinitis ". De hecho, Jerry Appleman, subdirector de la Filarmónica de Nueva York, ha comprado uno de los violonchelos de fibra de carbono de Leguia y dice que puede ahora juega durante horas más sin ningún dolor.

El desarrollo del violonchelo evolucionó a lo largo de once años

Leguia hizo su primer prototipo desde cero con fibra de vidrio. “Era un violonchelo típico con cornisas y un pergamino”, dice. “Parecía y estaba construido como un violonchelo normal. Mi segundo intento fue un modelo diferente sin cornisas ”. Las apariencias, sin embargo, no son el nombre del juego. El objetivo de Leguia era crear un instrumento que sonaría tan bien como cualquier violonchelo de clase mundial. "Te diré que el primero no sonó tan bien", admite, aunque su esposa, Stephanie, se apresura a notar que estaba todavía aturdido cuando lo escuchó. “Realmente sonaba como un violonchelo”, sostiene. La segunda versión supuso una mejora, pero aún no era lo que buscaba Leguia. “Pero el tercero tenía una calidad maravillosa. El violonchelo final se desarrolló con una parte trasera y un mástil de una sola pieza; la parte superior como segunda pieza; y el diapasón como tercera pieza. "Es simple, es hermoso, y funciona bien ”, afirma Leguía. Una vez que estuvo listo para comenzar la producción, fue su conexión con la navegación lo que llevó a Leguia a Steve Clark, un maestro en la producción y fabricación.

Productos de fibra de carbono

Productos de fibra de carbono y presidente de Vanguard Sailboats, líder de la industria en el suministro de embarcaciones, accesorios y servicios para el mercado de pequeños veleros. Clark, quien también diseñó y construyó el catamarán clase "C", Cogito, que ostenta el título de la Little America’s Cup, y guió a Leguía a través de las etapas finales del desarrollo de lo que ahora se conoce como el violonchelo Luis & Clark. “Me lo recomendaron”, dice Leguía. “Llevaba cinco años en esto cuando le mostré los tres violonchelos. Estaba muy emocionado y simplemente fascinado por el potencial de las cosas. Me gusta esto. Fue de enorme ayuda para poner en marcha las cosas y, junto con un par de sus colegas, perfeccionó mis moldes. Su colega, Matt Dunham, ahora los está fabricando para nosotros ". Al completar el primer modelo de producción, Clark instó a Leguia a poner a prueba su durabilidad. “Quiero que abusen de esto”, le dijo a Leguía. Así que el instrumento estaba atado a la parte superior de su coche, sans case, y Leguia se dirigió a Tanglewood. Al llegar, lo sacó del coche y lo arrojó al césped durante la mayor parte de una semana, donde llovió y dejó en el sol ardiente. “Fue lo mismo, excepto que el campo bajó un tercio”, informa Leguía con satisfacción. "No querrías hacer eso con un buen instrumento italiano", dice Leguia, señalando lo obvio. “Son muy susceptibles a los cambios de calor, frío y humedad. Siempre se abren y son muy complicados y costosos de reparar ". En el caso del modelo de fibra de carbono, no solo se evitan reparaciones como esta, sino también el costoso seguro que se exige a los músicos profesionales en sus instrumentos. La contribución de Leguia al mundo de los instrumentos de cuerda es significativa. No solo ha proporcionado al músico profesional una excelente alternativa al gastos, así como el desgaste que se da con un violonchelo de madera de calidad superior, pero lo ha hecho a un precio que permite al violonchelista aficionado y aquellos que tocan por el mero placer de tocar acceden a las cualidades tonales superiores con las que a menudo solo pueden soñar ".